La figura del orientador.

Tengo que partir de una idea que he estado observando durante mis años de instituto, la baja presencia de la figura del orientador en el instituto.



A mi parecer esta figura es esencial a la hora de educar a los alumnos, en el proceso de formación social y psicológica del alumno. Como ya he comentado en otras entradas en un instituto no sólo predomina la función didáctica, sino también la formación social y personal, esto lamentablemente no tiene toda la importancia fuera de las (dejemos en supuestas) horas de tutoría que tienen todos los alumnos, donde se orienta y ayuda a los alumnos fomentando sus habilidades sociales, técnicas de estudio...

A esto hay que sumarle la baja presencia del orientador en los institutos, lo que hace que en muchos casos los alumnos no tengan la motivación u orientación suficiente para decidir qué caminos educativos escoger. Para esto voy a poner un ejemplo de una persona cercana, un familiar que este año ha empezado una carrera ha escogido qué quería estudiar en el último momento y sin estar completamente segura si iba a ser una carrera que le iba a gustar, esto es el día a día de muchos otros alumnos que se equivocan finalmente de carrera o incluso de optativas en bachillerato por una falta de orientación y de guías por parte del orientador. Lo mismo ocurre en muchos casos con conflictos o con otras funciones que tiene este docente que lamentablemente está muy limitado dentro de sus opciones, además si tenemos en cuenta el bajo número de orientadores por centro podemos entender que surjan todos estos problemas.

La solución es clara, debería haber más orientadores y psicopedagogos en los institutos.

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